Las supersticiones son creencias ancestrales que están presentes en el inconsciente colectivo de cualquier sociedad. Se transmiten de generación en generación y forman parte del bagaje cultural de los pueblos. Algunas supersticiones parecen dictadas por la lógica: si se pasa por debajo de una escalera hay más posibilidades de que se caiga algo que si se pasa sorteándola; otras, carecen de una justificación plausible y razonable. No obstante, permanecen en el tiempo y caracterizan, en cierta manera, a una sociedad.
Las supersticiones españolas proceden en su mayoría de las griegas y las latinas.
Los musulmanes, que estuvieron ocho siglos en la Península, también dejaron su legado.
- TRAE MALA SUERTE
El martes y trece
Desde tiempos remotos el número trece ha sido fatídico, según la creencia de la muerte violenta de varios dioses decimoterceros de la Antigüedad y también por la suerte que corrió el decimotercer comensal en la Última Cena.
En algunos países el día de la mala suerte es el viernes trece, en otros, como en España, el martes y trece.
Derramar la sal
La sal se emplea desde las culturas primitivas para la conservación de los alimentos, para purificar el agua y para dar más sabor a las comidas: era un producto muy costoso y apreciado en la Antigüedad. Además, la sal se relaciona etimológicamente con el salario: desperdiciarlo se identifica por ello con el despilfarro y la corrupción.
Es práctica frecuente cuando se derrama un salero lanzar un pellizco de sal por encima del hombro izquierdo para evitar la mala suerte.
Pasar por debajo de una escalera
Si se pasa por debajo de una escalera, se podría romper un triángulo “mágico” formado por la pared, el suelo y la propia escalera y así traer la mala suerte. Esta es una de las muchas explicaciones a una superstición bastante extendida.
El gato negro
Para ciertas personas cruzarse con un gato negro es presagio de alguna desgracia. El origen de esta superstición se remonta probablemente a la Edad Media.
El espejo roto
El espejo roto es presagio de infortunios para ciertas personas: se dice que quien lo rompe tendrá siete años de mala suerte. Según las antiguas creencias, romper el espejo era considerado como dañar el alma. La referencia a los siete años se debe a la creencia de que para el hombre representaba un ciclo de vida completo.
Abrir el paraguas en un lugar cerrado
Para algunas personas abrir el paraguas en un lugar cerrado es una señal de mala suerte, ya que puede traer males venideros. Esta superstición proviene de Oriente: en China los paraguas llegaron a ser objetos de culto solar; si se abrían sin la presencia del sol, equivalía a profanación.
- TRAE BUENA SUERTE
Tocar madera
Cuando se hace alusión a algún mal o desgracia, hay quien toca madera para conjurar tales adversidades. En la Antigüedad los árboles eran considerados como la morada de los dioses, tocarlos o tocar madera servía para apaciguar o alejar a los malos espíritus. Para los cristianos la cruz de madera era un símbolo de protección contra todo tipo de males.
Ver una estrella fugaz
Cuando se ve una estrella fugaz, se suele pedir un deseo. La explicación de esta creencia se basa probablemente en lo inusual del hecho en sí. En la Antigüedad se creía que cada estrella era el alma de una persona.
Algo viejo, algo prestado, algo azul
Es tradición que la novia en su boda lleve algo viejo, algo prestado y algo azul. Algo viejo es símbolo de buena suerte, algo prestado, porque se cree que la buena suerte se puede transmitir de persona a persona mediante algún objeto y algo azul celeste, porque este color representa la felicidad y la confianza.
Fuente: Cortés, Maximiano -Guía de usos y costumbres de España- Editora Edelsa
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